La gripe aviar vuelve a acechar las granjas de Castilla y León tras los brotes registrados en una explotación de pavos de Fuenterrebollo (Segovia) el pasado 18 de enero; y en Íscar (Valladolid) el 9 de febrero. Y aunque esta problemática se repite de forma continuada cada año, esta campaña los agricultores reconocen que hay una mayor preocupación ante el peligro de contagio debido a la aparición de focos en granjas de toda España.
En concreto, el territorio podría verse afectado al ser sus localidades lugares de paso habitual de diferentes especies migratorias –principal vía de transmisión- dada la cercanía con las Lagunas de Villafáfila y las de Tamariz de Campos. Por ello, el avicultor de Medina de Rioseco Víctor Pedro Frontela hace un llamamiento para que «las personas que tienen granjas en la zona mantengan a sus gallinas a cubierto» y así protegerse del brote de gripe aviar —Influencia Aviar de Alta Patogenidad (IAAP).
Recuerda que se trata de una situación circunstancial y que se espera que en varias semanas los animales puedan volver a salir al exterior. Si bien, «es el momento de tener la suficiente cabeza para afrontar un problema que puede afectarnos a todos». Aún en tiempos de pandemia, hace especial hincapié en que «la gripe aviar puede transmitirse a los humanos y llegar a ocasionar un grave problema sanitario».
Además, aunque no existen evidencias de que la actual variante de la IAAP se transmita a humanos puede provocar una elevada mortalidad en aves, y en caso de que haya un brote, «tengamos que sacrificar a los animales de las explotaciones, lo que provocaría enormes pérdidas económicas».
La solución para la mayoría de los avicultores se basa en la contratación de seguros que les protejan ante el peligro que supone un contagio de estas características, pero «se retrasaron varias semanas la posibilidad de contar con el agroseguro en relación a la salmonela y la gripe aviar».
Tierra de Campos cuenta con varias granjas, en localidades como Medina de Rioseco, Villanueva de los Caballeros, Villafrechós y Peñaflor de Hornija con cerca de 600.000 plazas para pollos.
Por su parte, el Ayuntamiento de Medina de Rioseco emitió un bando en el que recuerda a los vecinos del término municipal que la tendencia de aves de corral (gallinas, pavos, pintadas, patos, ocas, faisanes, codornices, perdices y palomas) debe contar con el correspondiente registro e la Unidad Veterinaria Local previa comunicación por escrito realizada por el Ayuntamiento.
Como medidas básicas de protección se debe evitar el contacto de la aves silvestres con las domésticas, así como su agua de bebida y alimento. Ademásm,deberá disponer de una infraestructura suficiente (gallinero, cobertizo) para confinar y mantener encerradas las aves domésticas evitando su acceso al exterior (patios, corrales, huertas, etc.) y contacto con las aves silvestres.