La gala reconoció su labor incansable por su pueblo y el territorio
Desde que nos dejara en abril de 2022 los vecinos de Tordehumos y de la comarca, así como sus compañeros y amigos no olvidan a María del Carmen Álvarez García. Ayer, la iglesia de Autillo de Campos acogió un emotivo homenaje a esta incansable luchadora por su pueblo y el territorio.
Los premios ‘Un diez para diez’ rindieron su particular homenaje a una mujer que dedicó gran parte del tiempo de su vida a trabajar de forma altruista por el bien de su pueblo natal. El presidente de la Asociación Cultural Cristo de la Vega y el que fuera alcalde de Tordehumos durante la etapa de María del Carmen como concejal, Modesto Argüello, fue el encargado de presentar este homenaje por su labor en ‘Asociacionismo’.
A continuación, el que fuera presidente del CIT Mirador de Campos y gran amigo de la ahumada, Gustavo Hernández, repasó parte su trayectoria profesional y como colaboradora. Así pues, recordó su labor en el Colectivo Tierra de Campos, Asociación Cristo de la Vega, CIT Mirador de Campos, concejal de Ayuntamiento de Tordehumos, en el Ampa, el el Grupo de Danzas –especialmente con los niños y niñas-; así como con el periódico La mar de campos y revistas como Fuente Picoña y La Zarcica.
Gustavo Hernández señaló que aunque no fue «un amigo de la escuela ni de la calle la vida cruzo a ambos en el camino». A partir de ese momento «compartimos muchas confidencias y conversaciones y tuve la suerte de convertirme en su amigo; algo que digo con mayúsculas».
Asimismo, María del Carmen «fue una persona que triunfó en todos los ámbitos de la vida; como madre, esposa, hija, hermana, amiga y a nivel laboral». Además, «demostró ser una persona comprometida, luchadora con su pueblo, la sociedad, las mujeres del medio rural, el desarrollo y la comarca».
Por todo ello, «el pueblo está en deuda con ella», aseveró Gustavo Hernández. En este sentido, reivindicó que Tordehumos «ofrezca su propio homenaje a Mari Carmen por su vida y entrega hacia su pueblo». Además, propuso que la Sala de Audiovisuales lleve su nombre; un proyecto que «la ilusionó enormemente y que vivimos juntos».
Su marido, Paco Martín, recibió emocionado un recuerdo de manos de Modesto Argüello y Gustavo Hernández.