La Casa Grande acogió a la Fundación Silos y al proyecto “Territorios activos” de la Universidad de Valladolid para cerrar este ciclo de encuentros
Esta semana ha terminado este ciclo de encuentros de “Castilla y León Importa” que ha acogido La Casa Grande durante octubre y noviembre, sede de la Fundación Godofredo Garabito y Gregorio con l participación de una docena de empresas, colectivos e instituciones culturales. En este último encuentro se ha debatido sobre cómo crear “territorios activos” gracias al proyecto de investigación con ese mismo nombre que desarrolla la Universidad de Valladolid y la participación de la Fundación Silos y la Fundación Godofredo Garabito y Gregorio como focos culturales de su territorio.
El profesor José Luis Lalana, investigador del instituto universitario de urbanística de la Universidad de Valladolid en representación del proyecto “Territorios activos”, ha subrayado como en Castilla y León hay que partir de la premisa de “que hay muchos mundos rurales” y es necesario gestionar soluciones distintas para cada uno de ellos en relación al tamaño de los municipios, servicios disponibles, distancia a grandes ciudades o importancia del patrimonio de la zona. Lalana considera que es necesario potenciar “territorios innovadores” donde haya una empresa o colectivo con un proyecto que impulse el mantenimiento o creación de otras empresas y servicios.
En este camino lleva dos décadas trabajando la Fundación Silos. Una entidad esencialmente dedicada a la cultura y el patrimonio pero que como polo cultural de su zona ha estado obligada a diversificar proyectos para ser útil a su comunidad. Así lo explicaba su directora, Mónica Rodríguez, “con el tiempo gestionamos una hospedería y ahora un paraje natural único” que sirve para potenciar el desarrollo con más actividades para los visitantes y turistas. “Queremos atraer turistas que son los que pernoctan y hacen uso de todos los servicios más que visitantes de día que generan menos”. En este sentido, ambos ponentes coincidieron en la necesidad de “crear experiencias” turísticas completas y diversas que permitan al visitante acceder a la cultura, el paisaje o la gastronomía con propuestas complementarias para un mismo viaje. Como ejemplo se puso el caso de Santo Domingo de Silos donde además de visitar el monasterio, joya del patrimonio de la comunidad, puede disfrutarse de la recuperación del cementerio de Sad Hill lo que potencia un turismo familiar que puede visitar ambas cosas. El presidente de la Fundación Godofredo Garabito y Gregorio, Guillermo Garabito, se reafirmó en la necesidad de que los agentes culturales supongan una revolución económica para el territorio ya que las actividades culturales y patrimoniales suponen negocio para el resto de servicios de la zona. En todo caso, José Luis Lalana subrayó la necesidad de un cambio de discurso mediático sobre el mundo rural para ayudar a su desarrollo o al menos contener la sangría poblacional que sufren los pueblos. “Hay que hablar en positivo del mundo rural” porque el mensaje cala en la sociedad y nadie quiere ir donde no hay nada. Asegura que durante esta investigación están descubriendo multitud de proyectos emprendedores por todo el territorio que están suponiendo un cambio de tendencia en los lugares donde se desarrollan.