La religiosa estuvo durante más de seis décadas en la residencia de ancianos por la que tanto luchó y para la que logró que los hermanos Peralta organizasen cada año festivales benéficos
Sor María Domeño ha fallecido este miércoles a los 97 años de edad en Ibarra. Su vida ha estado dedicada a los demás y en Medina de Rioseco dejó buena cuenta de ello, pues logró sacar a la entonces casa asilo de una situación precaria. Sor María llegó a Rioseco con 25 años para ayudar a otras hermanas a sacar adelante a ancianos sin recursos. Era tal la escasez, que se vio obligada a pedir ayuda a quien hiciera falta, incluso se fue hasta Valladolid para suplicar al rejoneador Ángel Peralta que las ayudase.
Cada año y durante 52 San Juanes, los hermanos Peralta organizaron festivales taurinos benéficos en los que se daban cita los toreros más aclamados. Entre todos hicieron que la humilde casa asilo se convirtiera en una residencia de ancianos que fue y es un referente para Medina de Rioseco y comarca. En el año 2010 y ante la falta de vocaciones, esta Hija de la Caridad junto con otras seis, tuvieron que irse a otros destinos.
Fue por su tesón, lucha, perseverancia y ayuda por la que en el año 2020, el pleno del Ayuntamiento y por unanimidad, considerase que sor María mereciese el título de Hija Adoptiva de la Ciudad de Medina de Rioseco.
Así pues, nuestra ciudad declara un día de luto oficial y las banderas ondearán a media asta en honor y recuerdo a la religiosa. Desde la Ciudad de los Almirantes, por la que tanto hizo, ‘descanse en paz, sor María’.