Emotivo, especial, característico y sobre todo pasional. Porque más de dos años después Medina de Rioseco esperaba impaciente el encuentro del Cristo del Amparo con la Virgen Dolorosa, esta vez por primera vez frente al pórtico de de la Iglesia de Santiago, y no en el lateral del templo como es habitual.
Pasadas las 20.00 horas horas un representante de cada una de las 17 cofradías riosecanas, vestidos de túnicas y caretas negras, moradas y blancas partían de la Iglesia de Santa María portando al Cristo Crucificado. Al mismo tiempo decenas de fieles acompañaban el recorrido en su camino por las estaciones de dolor que recorrió Jesucristo hasta ser crucificado.
Frente a Santiago, cientos de riosecanos aguardaban para ser testigos de esa cuarta estación, la del Encuentro de Jesús con su madre. María, con siete puñales clavados en el pecho pecho, se despide de su hijo. La pandemia hizo enmudecer Rioseco pero más de dos años se rompió con el canto de la salve tras el ansiado momento.
La imagen de la Dolorosa vuelve al interior del templo, que ya aguarda a la procesión del Mandato de mañana, Jueves Santo, mientras Cristo camino del Calvario, continua por sus estaciones para recoger las cruces que se encuentran en las distintas calles por las que discurre la procesión hasta volver a Santa María.