Las campanas tañían a las 20.00 horas en el campanario de la iglesia del Azogue. El canto de los piñones se oían por las calles de la villa del libro, en dirección el centro E-lea.
En sus paredes rezaban fragmentos del Libro ‘Mi querida bicicleta’ del poeta vallisoletano Miguel Delibes. El acto comenzó con unos detalles para los participantes: una mochila con un troquelado de la bicicleta del escritor, un libro de ‘La Grajilla’ y una camiseta solidaria con la Palma, todo donado y cortesía de la fundación Miguel Delibes, Jorge Guillén, Diputación de Valladolid y Ayuntamiento de Urueña.
El director del centro E- lea, Luis Enrique Valdés como dio la bienvenida a todos los participantes. Por su parte, Goyo Negro dio las instrucciones a los participantes para el buen transcurso de la marcha. A continuación, Pedro Mencía comenzó la lectura de un capítulo del libro de ‘Mi querida bicicleta’.
Tras la foto de familia en el monolito erigido en honor a Jesús Negro de Paz dio comienzo de la marcha que recorrió la villa amurallada descendiendo sus cuestas entre palomares y adentrándose los participantes en el territorio de Tierra de Campos, pasando por la localidad de Villardefrades donde un buen número de deportistas se unieron a la comitiva.
No faltó la colaboración de los voluntarios Jesús de la Rosa y Severino Hernández, que con sus todoterrenos estuvieron pendientes de cualquier incidencia para resolver pinchazos o averías.
La siguiente parada fue San Pedro de Latarce, en donde el Ayuntamiento y voluntarios recibieron a los ciclistas con un más que generoso avituallamiento. Después de fraternizar los participantes venidos de las localidades colindantes iniciaron el regreso. Por una parte la marcha corta a Urueña mientras que los más intrépidos alargaron la ruta, ya con focos de iluminación. Estos últimos recorrieron Villavelid, Castromembibre -donde tuvo lugar una parada en el molino de viento- para subir a Tiedra, en donde el perfume de lavanda y sus vecinos les reciben con vítores al coronar la hospedería y dejar atrás una subida terrible.
El pelotón toma dirección Urueña donde finaliza una jornada de literatura, deporte, cultura y hermandad de los pueblos vecinos de Torozos y Tierra de Campos.